De acuerdo con el Anuario o estadístico de colisiones en carreteras federales del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), en 2020 se presentaron 11,449 siniestros de tránsito en carreteras de jurisdicción federal de los cuales el 73.8% se le atribuyen al factor humano[1].
Por otra parte, en las zonas urbanas y suburbanas el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró 301,678 siniestros de tránsito de los cuales el 95.5% son atribuibles al factor humano[2].
En 2020 por autotransporte de carga se movió alrededor del 56.9% de las mercancías en el país de acuerdo con la Estadística Básica del Autotransporte Federal 2020[3].
Para que ese porcentaje de mercancías se movilice de forma segura y eficiente, de las plantas productoras o centros de distribución a las poblaciones que lo demandan, se requiere que todos los actores involucrados realicen diversas acciones, por ejemplo, la autoridad debe realizar una supervisión más efectiva del cumplimiento del marco regulatorio para el tránsito de los vehículos y fomentar la capacitación continua, por otro lado, las empresas deben asegurar procesos de contratación y capacitación que garanticen contar con conductores de vehículos de carga constante y altamente capacitados para una mejor convivencia con el resto de los usuarios de las vialidades urbanas y carreteras federales.
A medida que la tecnología avanza, las empresas han desarrollado metodologías para implementar el uso de herramientas y mejores prácticas para que los operadores conduzcan de forma segura que ayuden a mejorar la convivencia con otros usuarios en las vialidades, mejorando su profesionalización y habilidades de operación de un vehículo de autotransporte de carga.
Ejemplo de ello, son los simuladores de conducción virtual los cuales han demostrado ser un excelente complemento para brindar la enseñanza, aprendizaje y mejora en la conducción de los operadores, ya que mediante su uso se pueden recrear situaciones de conducción y generar experiencia que sirven para la buena reacción en situaciones reales de conducción, además permite a los administradores de la flota detectar áreas de oportunidad para dirigir la capacitación a temas específicos que permitan una mejora continua en la conducción segura y eficiente.
Los simuladores de conducción virtual son una herramienta a través de la cual se pueden detectar determinados vicios de conducción de algunos operadores para posteriormente dirigir una capacitación enfocada a eliminar dichos vicios, mejorar su capacidad de respuesta ante determinadas situaciones o comprobar su reacción ante ciertos imprevistos. Por todo ello, es ideal para operadores profesionales que pasan la mayor parte de su jornada de trabajo en la carretera y que, sin poder remediarlo, adquieren hábitos de conducción que deben cambiar para no comprometer su seguridad vial y la de terceros.
El simulador de conducción tiene como función principal mejorar notablemente la experiencia a la hora de aprender a conducir, aprovechándose así de las múltiples ventajas que lo diferencian de una práctica real. Se ahorra gran cantidad de tiempo, ya que el instructor va directamente a los errores que el operador suele cometer, para rectificar las veces que haga falta las técnicas de conducción.
Al tratarse de situaciones irreales e imaginarias, sin ningún tipo de peligro, la retroalimentación del instructor hacia el operador da posibilidades muy amplias ya que puede enfocarse en puntos más específicos de forma constante sin poner en riesgo al operador o a otros usuarios.
Una ventaja de los simuladores es que se tiene la posibilidad de obtener y registrar datos sobre los hábitos de conducción de las personas, los cuales pueden ser representados mediante gráficos y estadísticas de desempeño con la finalidad de compartir con las personas los datos de forma más amigable y entendible para todos.
El uso de los simuladores de conducción virtual debe ser complemento de cursos teórico que explique a los operadores conceptos de seguridad, factores de riesgo, movilidad, prevención de accidentes, ámbito normativo, entre otros temas.
Algunos otros beneficios que se pueden obtener al usar un simulador son optimizar los recursos como combustibles, mantenimiento de los componentes y sistemas del vehículo; disminuyendo las emisiones y cuidando del medio ambiente.
ANTP impulsa el pilar de la seguridad vial y promueve que la capacitación de operadores del autotransporte de carga pueda ser a través de simuladores con la finalidad de poder
conseguir una movilidad más competitiva, segura y sustentable, coadyuvar a la falta de operadores a nivel nacional, bajo una visión de cero siniestros de tránsito.
Por ello, Durante el presente año 2022, la ANTP ha lanzado el proyecto “Rally TrackSIM”, un simulador de conducción virtual con tecnología de última generación instalado en un camión de carga que viajará por el territorio nacional para coadyuvar en la capacitación, evaluación y desarrollo de las habilidades los operadores del transporte de carga y para promover redes de aprendizaje sobre las acciones que los gobiernos o instituciones desarrollan en pro de la seguridad vial.
El “Rally TrackSIM” tiene como objetivos:
El proyecto es una colaboración de ANTP para incentivar la capacitación continua de los conductores, promover las buenas prácticas en materia de seguridad vial y buscar con ello coadyuvar a reducir cuando menos un 50% las muertes y lesiones graves generados por los siniestros viales.
Finalmente, las empresas de transporte deben ver la necesidad de invertir en recursos de manera continua para lograr operadores profesionales. Destacando que el uso de simuladores de conducción virtual como proceso de aprendizaje, permite reducir costos significativos y cuantificables, además de aumentar la productividad y mejoras en la seguridad vial.
[1] Anuario estadístico de colisiones en carreteras federales 2020. https://imt.mx/archivos/Publicaciones/DocumentoTecnico/dt83.pdf
[2] Accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas (INEGI) https://www.inegi.org.mx/programas/accidentes/default.html#Tabulados
[3] Estadística Básica del Autotransporte Federal 2020