Recientemente ha incrementado la problemática respecto a la sobrerregulación que se ha presentado en diversos Estados y Municipios, afectando el sector de transporte de carga. Dicha sobrerregulación se ha suscitado bajo el argumento de evitar el congestionamiento vial, así como mejorar la calidad del medio ambiente, sin embargo, esta sobrerregulación representa una obstrucción importante para una logística eficiente.
La sobrerregulación tiene como una de sus principales características restringir la circulación de vehículos de carga “pesada”, conceptuados así en los mismos reglamentos y decretos publicados por las autoridades competentes como “aquellos vehículos que transportan más de 3.5 toneladas de mercancía”, cuando en la Norma Oficial vigente de aplicación Federal no se consideran como “pesados” dichos vehículos, sin embargo, en estas demarcaciones donde apliquen los reglamentos no podrán circular por ciertas calles o avenidas determinadas, por diversos horarios, así como de forma permanente.
Esta problemática ha afectado la logística y los derechos constitucionales de libre movilidad, libre comercio, además de invadir la competencia económica federal, esto debido a que para cumplir con actividades de carácter mercantil, las empresas requieren de las vías generales de comunicación federales, estatales o municipales, además de que regular la movilidad es regular el “desplazamiento de bienes” (mercancías), lo que puede confundirse con la capacidad de regular el “tránsito”, y referente a la invasión de competencias, es importante señalar que la palabra “gravar” se relaciona con el concepto de “tributos”, por lo que se trata de una competencia federal para regular la materia de comercio estatal, de igual forma el comercio a través de las fronteras de dos o más entidades federativas, excede la esfera de competencia de un Estado e impacta en el de otro, por lo que su regulación es de competencia federal.
La problemática de sobrerregulación es un tema de vital importancia, ya que la ineficiencia logística que provoca, además del aumento de costos por motivo de la distribución de mercancías, así como el desabasto que se puede generar, no solo repercutirá a empresas y operadores del transporte, pues puede llegar hasta el consumidor final.